Ayer mamá nos llevó al teatro, a ver un musical: El Mago de Oz. Mi hermana Estrella no quiso venir porque se cree muy mayor para estas cosas, así que ella se lo perdió. A las gemelas Sol y Venus, a la pequeña Nova y a mí nos encantó, porque nos reímos, cantamos y aplaudimos hasta que nos dolieron las manos.
Yo fui la que le pedí mamá que nos llevara, porque como hace poco que representamos esta misma obra en el cole, con todos los compañeros de clase, quería saber cómo lo hacían los demás. Es cierto que no tenían tantos extras como nosotros (que vestimos a los pequeños de cinco años de habitantes de Pequeñilandia), y tampoco tenían un perro que representara a Totó (claro que, para tener uno como el que tuvimos nosotros, casi mejor así). Pero todos los actores lo hicieron muy bien.
Me fijé mucho en la bruja del Oeste porque fue mi papel en la obra del cole. Esta no iba con la cara pintada de verde, ni llevaba sombrero, pero sus argumentos eran los mismos que los míos: ¿por qué tiene que quedarse Dorothy con unos zapatos que no le pertenecen?
Al finalizar la obra, mis hermanas y yo nos hicimos fotos con los actores, que eran todos muy simpáticos y muy amables. Bueno, todas menos Nova, que tenía miedo de la bruja y del león y no hubo manera de que se colocara para la foto.
En resumen, que recomiendo este maravilloso musical a todos los niños que quieran pasar un rato estupendo. Y, por si queréis saber cómo fue la obra que montamos en mi colegio mis amigos y yo, podéis leerlo en el libro "La Bruja de Oz"... ¡Os aseguro que nos divertimos un montón!
Firmado: Luna Moon
